Día 1- El gran malestar distribuído en pequeñas cosas.

Es momento de iniciar a construir nuestra base de calidad de vida, seamos radicales, iniciemos con ardua disciplina y hagamos una auditoria sobre esas pequeñas cosas que toleramos día tras día:

-Tu habitación desordenada.

-Ropa y zapatos que no usas desde hace meses (ni usarás).

-Ese pequeño adeudo que tienes y que justificas constantemente diciendo "no es mucho".

-Los botones que falta colocar en una camisa.

-Tus malos hábitos como comerte las uñas, desvelarte, posponer las cosas.

 

Con esas pequeñas cosas vives todos los días, te agobian, te fastidian y te desgastan. De hecho te dejan un mensaje muy claro: "Tu vida es un caos". No esperes a que te den ganas, ¡actívate! comienza a realizar las cosas, no lo pienses más. Aprende a vivir con mensajes poderosos que están en tu medio ambiente, que te hagan saber que eres ordenado, disciplinado y que si puedes cambiar cosas pequeñas estás listo para cambiar en grande. Hay quienes aborrecen la palabra cambio, no están listos para eso, prefieren vivir en la falsa comodidad de la negación, prefieren esperar a que las circunstancias sean favorables. Te invito a que te ocupes de las pequeñas cosas, muy pronto descubrirás que al demostrar capacidad aún en lo mínimo, estarás preparado para cosas importantes.

 

ACTIVIDAD DÍA 1:

1-Haz una lista de esas pequeñas cosas que te resultan molestas.

2-Clasificalas, ¿Cuáles puedo cambiar? (Están bajo mi control). ¿Cuáles no puedo cambiar? (Están fuera de mi control).

3- Ocúpate de cambiar aquellas que están bajo tu control.

4- No permitas que las que están fuera de tu control se apoderen de tu tranquilidad.

5- Cuando hayas modificado la lista de cosas que te molestan elimínalas de la lista.

6- Consiéntete al otro día o próximo fin de semana por haberte desecho de aquellas situaciones que te han consumido tu alegría. ¿Cómo puedes consentirte? Una salida al cine, al teatro, a cenar, una sesión de spa, un paseo en el parque, un pic nic, etc.