Psicólogo Jonathan Ricardo Flores Ahumada.

Existe una tendencia bastante natural a buscar la comodidad en las cosas que vamos realizando día tras día, sin embargo, la comodidad implica ciertamente un pequeño destello de conformismo. Decía José Saramago "Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay.” La palabra pasión tiene su origen en el latín "Passio" y significa " padecer". Por lo tanto, apasionarse implica acostumbrarse a la constante inconformidad, necesaria para el desarrollo y el crecimiento personal. ¿Qué sucede con la sociedad? Pareciera que estamos plenos y satisfechos con la violencia, la pobreza, la corrupción y tantos malestares sociales que hoy abundan, en el sentido estricto de la palabra, hemos renunciado a la pasión en el entorno microsocial, en nuestras relaciones interpersonales, es decir, ese padecer por ser un mejor amigo, compañero de trabajo, vecino, etc. La inconformidad experimentada al apasionarnos

En la vida cotidiana hemos de aceptar el terrible hecho de que la gran mayoría de las cosas que hagamos serán sometidas bajo el escrutinio social mediante la crítica. La crítica como tal puede acarrear frustración y enojo, pues nuestra naturaleza misma manifestada en nuestros mecanismos de defensa está  predispuesta a creer que todo lo que hacemos, decimos, sentimos, pensamos es lo correcto.   La crítica misma es la que viene a marcar diferencias, delimita nuestras relaciones y nuestra existencia. La crítica separa a los grupos, los divide, amigos y enemigos, parejas y ex parejas, familiares gratos y familiares ingratos. Por lo tanto, lidiar con la crítica es uno de los retos mayores para la vida psíquica.   Así que sin más preámbulos diré que la apertura ante la crítica es uno de los fundamentos necesarios en las personas que han desarrollado la inteligencia emocional, sus características son: 1-Escuchan detenidamente 2-Valoran. Delimitan y hacen un esfuerzo por diferenci