Las horribles tareas.

Lo prometí hace tiempo, al menos un día por semana estaré dando tips a los #papásestresados y el día llegó. Me han dicho en un tono muy frustrante que les resulta tormentoso el momento en el qué hay que hacer la tarea con los chicos. Tranquilos que hoy lo remediamos, voy a eso...
Básicamente tenemos dos influencias que forjaron el modelo educativo imperante:
1- Los baby boomers.
2- La educación eclesiástica.
Por un lado la generación de los baby boomers son fans del trabajo duro, el compromiso, la responsabilidad y la formalidad. Por lo que ellos dejaron la pauta de lo que se esperaba de un niño cuando pasara a la edad adulta. Para eso había que educarles y enseñarles esos principios, mucha tarea les ayudaría a ser más cumplidos, comprometidos, responsables y a estar acostumbrados al trabajo duro.
Por parte de la iglesia, pues bueno, las primeras escuelas eran religiosas y la iglesia ve con buenos ojos el dolor del sacrificio. Por lo tanto la tarea como penitencia terminaría por forjar el carácter virtuoso de cualquier niño. 🤦🏻‍♂️
Por eso puedes escuchar algunas joyas clásicas de los baby boomers:
"A los niños de ahora todo les dan..."
"Los niños de ahora no saben hacer nada, yo a su edad ya sabía hacer quehacer, reparar un Ferrari y diseñar un transbordador..." 🙄
"Los niños de ahora ya no respetan nada, los papás se sienten amigos y ya dejaron de ser autoridad..."
Y así le podemos seguir...

La cosa es que con el boom de los estudios de inteligencia y el desarrollo de psicometría para evaluar la inteligencia surgió el falso e inútil (pero rentable) negocio de las escuelas de "genios" o para volver un "genio" a tu hijo. ¿A quien no le gustaría que su hijo fuera el próximo Einstein? 🤥
El primer decepcionado fue Lewis Madison Terman (creador de distintos test de inteligencia, entre ellos el Terman Merril), tuvo su primer escuela de genios y concluyó que no había relación entre alto logro académico y realización personal. 🤷🏻‍♂️

Además de que no era el tipo más agradable 🤦🏻‍♂️

Y bueno, por esas tradiciones (eso son) la mayoría de la gente (incluyendo docentes y psicologos) cree que hacer mucha tarea es positivo. Pero eso es rotundamente falso. Voy a eso
¡Incluso el exceso de tareas fomenta la desigualdad!
No todos los papás poseen un grado académico medio superior o superior, entonces se ven imposibilitados en dar un auxilio eficiente para sus hijos, por lo tanto estos niños tendrán un bajo rendimiento escolar y ahí es en donde se abre la desigualdad. Los niños que cuentan con la ventaja de tener papás con un mayor grado académico tendrán mayor éxito en su rendimiento. Aparte de todo los papás con un menor nivel académico tendrían que pagar regularizaciones o tutores. ¿Sabes quienes son los chicos más propensos a deserción escolar? Exacto, los hijos de estos papás. ¡Y todo por las malditas tareas!
Además la misma OMS concluyó que el exceso de tareas provoca en los niños:
Dolores de cabeza.
Dolores de espalda.
Malestar estomacal.
Mareos.
Tensión.
Irritabilidad.
Nerviosismo.
Frustración.
Entonces deja de regañar y castigar a tu hijo por no querer hacer la tarea, es comprensible. Ellos aún no compran la idea del exceso de trabajo que tú y yo ya compramos.
Así que preparemos una rutina para que hacer la tarea no represente tanto lío:
La salida de la escuela debe ser gratificante, relajante. Así qué hay que fomentar el buen rollo y comer sin presiones.
Organiza tu día a día para que no haya prisas para hacer la tarea, de preferencia debe ser siempre a la misma hora. Puede ser después de su caricatura favorita.
Mentalízate, descubrirás que lo complicado de esto es hacerte entender, trata con ejemplos, imágenes, analogías, ayúdate con YouTube. Respira, ten paciencia y mantén un buen rollo. Un niño motivado hace maravillas.
Celébrale sus aciertos y el esfuerzo que puso.
Si llora, se opone o se enoja, permíteselo pero hazle saber qué haciendo eso no terminará y que sí se atrasan no podrás ayudarle más. Respira, ten paciencia y mantén un buen rollo (sí, otra vez).
Si no tienes tiempo porque ya es hora de llevarlo al futbol y después al box y luego al club de ajedrez debes considerar que le estás hiperestimulando y provocando una peligrosa y silenciosa adaptación al estrés crónico. Los chicos más que actividades requieren sentir que dominan algo, que son libres y que pueden crear. No hay que excederse. Si las actividades nos quitan tiempo de tarea disminuyamos.
Después de la tarea déjale un tiempo libre, sí, que haga lo que quiera, lo tiene bien merecido. Y si quiere jugar contigo eso le hará muy feliz también.
Ahora respira y siéntete orgulloso(a) porque eres un campeón (a) al cuidar a tu hijo.
Ahora date un merecido descanso, solo organiza bien tus tiempos