ERROR 3 EL ESTABLECIMIENTO DEL CONTROL
3-El establecimiento del
control. En los puntos anteriores ya identificaste al rival, te la pasas
hablando mal de él/ella, ahora es tiempo de tomar medidas extremas, decides
hacer una supervisión detallada de cada movimiento de tu pareja, ahora haces
visitas “sorpresivas” al trabajo, el tema de las llamadas o conversaciones son
interrogatorios judiciales: ¿Con quien estabas?,¿qué te dijo?, ¿por qué dijiste
esto y no aquello?
Hemos llegado al punto número
tres de nuestra lista de los cinco errores que cometemos cuando estamos celosos.
Cabe destacar que este es uno
de los comportamientos que la mayoría de parejas que han perdido la confianza
el uno del otro realizan.
El establecimiento del control
inicia cuando tu pareja realiza un comportamiento reprochable (que no solo
puede ser interpretado como reprochable, en algunos casos es real), ante este
comportamiento se pasa a un estado de “deuda” en donde tu pareja debe pagar el
costo de sus errores y por lo tanto es razonable que colabore realizando actos
dignos de confianza: Dar contraseñas, mostrar el celular, tener acceso a sus
redes, dejar de hablarle a algunas personas, dar explicaciones sobre todo lo
que se solicite e incluso la imposición de conductas de cortejo “se más
detallista”, “pasa por mi al trabajo”. Este es un breve esquema en donde una
relación ha caído en el establecimiento del control. Esto no es una buena idea,
de hecho el control trae más control, si una persona decide ya no mostrar el celular
a su pareja o no dar explicaciones, estas pequeñas rebeliones en automatico se
transforman en certezas de la mentira para quien experimenta celos. Y así una
persona es tomada por infiel cuando simplemente ha decidido respetar su
privacidad.
El control es uno de los
comportamientos que se desarrollan en la infancia como parte del crecimiento,
sin embargo, en una neurosis es muy común experimentar comportamientos
regresivos, es decir comportamientos infantiles. El niño considera que al
controlar todos los elementos de su alrededor no tendrá que experimentar
angustia, es por eso que hay una etapa de berrinches, en donde el niño se tiene
que enfrentar a un medio ambiente que no es flexible a las necesidades de cada
persona, el niño experimenta la frustración, depende de sus cuidadores si se
encargan de explicar y dirigir al niño sobre el adecuado manejo de la
frustración, en este sentido, cuando el niño elabora la frustración se vuelve
más adaptable a su medio, sabe perder, aceptar cuando las cosas no son como él
esperaba y finalmente aprende a elaborar un plan B. De lo contrario, cuando el
niño no elabora adecuadamente la frustración se esta gestando un adulto que
experimentara la neurosis del control, en otras palabras, una persona insegura
y controladora.
Cuando la persona controladora
establece su ambiente en la relación intenta hacerlo para regular su
autoestima, modificar la realidad a sus expectativas para experimentar
seguridad y confianza.
No se da cuenta que mediante
el control ejercido esta desfigurando su imagen, pasa de ser una pareja
apasionada a una figura materna, ¿Quién desea ser amado eróticamente por su
figura paterna/materna? (Gracias a que Freud trajo el tema en el siglo pasado
es que comprendemos correctamente el Complejo de Edipo que consiste en
experimentar los primeros sentimientos afectivos, uno de los pocos errores de
Freud es reducir sus brillantes ideas al solipsismo sexual), en este caso,
mientras vives con una figura de autoridad “castrante” (que no te deja ser, que
no te acepta), probablemente el/ la potencial amante trata a tu pareja como un
adulto. ¿Tu pareja que va a preferir?, ¿Volverse un niño o ser deseado como un
adulto?, para bien o para mal, ahí está el dilema.
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