La neurosis de cada día.

Existen muchas situaciones que provocan estrés, sin embargo hay algunas situaciones irrelevantes que funcionan como detonantes de una emergencia (por lo que emerge) y podemos darnos cuenta que una persona verdaderamente está afectada por el estrés.

Hay muchas situaciones que producen un síndrome general de activación de respuestas fisiológicas, desde un enamorado ansioso por un encuentro romántico con su pareja hasta la ansiedad generada por el estreno de una película, sin embargo también este síndrome ocurre indistintamente ante deudas, conflictos laborales y un buen número de experiencias. 

¿Qué cosas me estresan?

Generalmente nos estresan situaciones que representan una amenaza a nuestro equilibrio físico y psicológico, las sorpresivas generan un shock y sentimientos de incapacidad y los eventos esperados nos provocan una anticipación ansiosa. 

Cuando estamos estresados experimentamos:

Taquicardia.

Pérdida del tono muscular.

Disminución de la temperatura y la presión sanguínea. 

Eso ocurre porque nos encontramos en fase de choque, esos síntomas se deben a la descarga de adrenalina, corticotrofina y corticoides, sin embargo, nuestro cerebro busca mantener su equilibrio y por eso produce una reacción de contrachoque en donde se agranda la corteza suprarrenal con signos de hiperactividad, involución del sistema timo-linfático, aquí podemos experimentar:

Hipertensión.

Hiperglucemia.

Diuresis.

Hipertermia.

La disminución de los síntomas depende del tipo de situación que es un agente estresor y de los mecanismos de afrontamiento que presenta el individuo, si estos se tornan insuficientes entonces el estrés evoluciona a una fase de resistencia.

Hans Eysenck señala que el individuo neurótico es una persona con poca capacidad de afrontamiento frente a los conflictos y una incapacidad de persistencia para lograr sus objetivos, es decir, la neurosis es una condición mental propicia para que el individuo se consuma diariamente en estrés.

En la fase de resistencia al estrés el organismo se adapta a los agentes estresores; cuando un miembro de una relación de pareja concluye “mejor no me enojo, ya mejor no le digo nada para evitarme problemas…” está viviendo una etapa de adaptación al estrés, sin embargo no está librando por completo una situación de estrés. Cuando un organismo se adapta al estrés, los síntomas disminuyen, pues el organismo está centrado en “tolerar” los estragos del agente estresor y por consiguiente no tiene la misma capacidad frente a estresores menores, es por eso que la persona explota por situaciones mínimas como la fila del banco, la red lenta, una breve interrupción en la oficina y cosas similares, cuando la persona explota ante situaciones irrelevantes podemos decir:

1- La persona está dedicando grandes esfuerzos a “tolerar” un agente estresor que le provoca una focalización de su atención en el mismo tema y una rumiación de ideas (estar pensando el mismo tema una y otra vez a lo largo del día, durante la mayoría de los días).

2- La focalización en el agente estresor le provoca una incapacidad de tolerar estresores menores de la vida cotidiana, esto explica explosiones abruptas ante situaciones irrelevantes. No busca quien la hizo sino quien la pague. ¿Has conocido a alguna persona que tolera de su pareja los tratos más irrespetuosos que has visto pero explota de manera enérgica cuando el mesero tarda en tomar la orden? En efecto, la persona está estresada y para sus malas noticias en fase de resistencia. 

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