Las parejas estables y saludables participan en las labores domésticas

La teoría de las Ventanas Rotas indica que mantener un entorno en buenas condiciones influye en el reforzamiento de comportamientos cívicos en las personas, también señala la correlación que existe entre entornos deteriorados y el alto indice en incidencias delictivas. Y es que este fenómeno no solo aplica para lo macro social sino también en lo micro social, de esta forma se sabe que el tipo de entorno es un indicador del tipo de organización que prevalece en un grupo, también señala el enfoque de los individuos que conforman los grupos, estos enfoques son el egoísmo, el altruismo y el benegoísmo. 

Cuando los individuos se centran en el beneficio personal e inmediato, se encuentran en el esquema egoísta en donde aparecen recurrentes injusticias debido al desequilibrio en la gratificación de la relación de pareja, es decir, solo un miembro de la pareja es gratificado a costa del esfuerzo del otro, por otra parte, el miembro de la pareja que decide esforzarse para que la relación funcione vive bajo un esquema altruista en donde realiza grandes gastos de tiempo, energía y esfuerzo para mantener un equilibrio, sin embargo, la persona se desgasta al intentarlo con frecuencia, el sentimiento presente es que su pareja no le corresponde de la misma manera. Estos son los casos más comunes de relaciones en donde solo un miembro de la pareja se encarga del cuidado y mantenimiento de la casa, de los ingresos y de un plan de desarrollo para la pareja, esto provoca fenómenos que van desde las discusiones, infidelidad, agresiones y violencia. Tanto los entornos estructurados en el egoísmo y el altruismo generan inestabilidad; el egoísmo modela un control de impulsos pobre y el altruismo la inundación hormonal, de esta manera lo mejor que le puede pasar a una relación de pareja es una ruptura, sin embargo muchas parejas siguen en un entorno inestable que favorece la violencia entre otras cosas.

Las parejas que han alcanzado la estabilidad son aquellas que se han centrado en el desarrollo del benegoísmo, es decir, un concepto intermedio entre el egoísmo (ver por tus necesidades) y el altruismo (ver por las necesidades del otro). De esta manera los individuos que conforman la pareja han establecido un balance entre sus necesidades y las de su pareja, de acuerdo a lo dicho anteriormente, las parejas que colaboran en las actividades de cuidado y mantenimiento de la casa demuestran un indicador de civilidad, proyecto común y benegoísmo. En resumen, el diablo está en los detalles; si una pareja no resuelve las pequeñas faltas, pronto aparecerán las faltas mayores y situaciones graves.


Referencia: KELLING y COLES, Arreglando ventanas rotas. Año 1996.    

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