La trivialización del día del niño.

Maritza Montero habla de los fenómenos de naturalización en las sociedades, son fenómenos que se presentan y forman parte de la cultura de las localidades, básicamente consiste en percibir normales algunas situaciones que no lo son. Y así es que algunos movimientos que originalmente surgieron como una legitima reflexión sobre el papel del adulto en el desarrollo de las condiciones de vida para los infantes hoy en día dejan de ser reflexión y acción, por decirlo poco se tornan en acciones estériles, aquella reflexión se transformó en una celebración, en un asunto de dar regalos y dulces, un aspecto compensatorio que es insuficiente ante las urgencias reales de los infantes.

Mientras la trivialidad invade a través de la naturalización los movimientos sociales y los vuelve estériles e inoperantes los problemas crecen; el 53% de los niños en el país se encuentran en condiciones de pobreza y el 11.9% en pobreza extrema, al menos en la Ciudad de México un millar de niños se prostituyen, la desnutrición afecta al 40% de los niños en México, también México es el país número 1 en obesidad infantil y en difusión de pornografía infantil. 

La trivialidad del obsequio y la felicitación no fomenta la practica urgente para tener una niñez sana, al menos un día de celebración y 364 días de condiciones de vida de calidad para ellos.

Esas situaciones ocurren en lo macrosocial, sin embargo, en lo micro es habitual el golpe, el maltrato verbal, la humillación, la negligencia y el abandono. Entre padres que abandonan y familiares que se deslindan crecen niños en medio de la desgracia y la agresión, cabe decir que algunos padres se esfuerzan en aprender sobre la importancia del papel que juegan en el desarrollo integral de sus hijos, sin embargo esto es insuficiente, es necesario hacernos cargo de los niños que nadie ha querido.



Comentarios

Entradas populares de este blog

TEST DE GOTTMAN: Identifica si una relación ya no tiene remedio.

10 ARGUMENTOS TRAMPOSOS E ILOGICOS EN UNA DISCUSIÓN (APARENTAR QUE SABEMOS).

Sobre la idolatría, el narcisismo y el odio.