El origen oscuro del matrimonio.

Hace unos días revisaba con detenimiento un documental sobre la sexualidad en el paleolítico, en dicho documental se hacía mención sobre la inserción de la reglamentación en las relaciones sexuales de las tribus de ese periodo.  Aquí les comparto una reflexión al respecto.

Bachofen estableció la teoría del matriarcado, es decir, afirmaba que la manera más antigua en que el mundo se organizaba era a través del matriarcado. 

De hecho, en el paleolítico se consideraba que la mujer era sagrada, pues tenía la capacidad para dar vida. Las tribus se dedicaban a la caza y a la recolección principalmente y la mujer jugaba un papel dominante y activo en las tareas de organización, la mujer salía de cacería, pescaba y recolectaba, esta primera etapa se caracterizó por el comunismo y el poliamor, Bachofen la denominó hetairismo. 

En la organización matriarcal interesa la participación, el trabajo en equipo de la tribu, la pertenencia y el afecto son muy importantes, el sexo es recreativo y las obligaciones se realizan voluntariamente, la palabra tiene mucho poder, el cumplir con las promesas dadas representaba honor para quien las hacía, no se necesita ningún medio para comprometerse, solo la palabra.

En ese periodo se fueron construyendo un tipo característico de escultura, una figurilla femenina que en la mayoría de los casos no tenía rostro, se exageraban algunas partes del cuerpo como las  nalgas, el abdomen, la vulva y los senos, la figura era obesa pues algunas investigaciones refieren que se trata de un culto en donde se exalta la fertilidad y este termina siendo el elemento que da evidencias del carácter sagrado atribuido a la mujer en ese tiempo. Sin embargo las estatuillas no se encontraban en templos, altares o espacios destinados a la celebración de algún culto, sino más bien eran de un uso cotidiano y expuestas a la vista de las personas.

Con el descubrimiento de la agricultura llega el sedentarismo y con esto el sentido del tiempo para medir las estaciones en donde la tierra era fértil, esta fertilidad era responsable de que existieran alimentos disponibles, se practicaba la magia imitativa que consistía en imitar un proceso para obtener un resultado similar, como lo era sostener relaciones sexuales en los campos, eyacular en la tierra para fertilizar la tierra y estimularla a dar fruto, por esto el papel de la mujer se volvió crucial. El hombre no entendía lo que sucedía debajo de la tierra, durante milenios ha querido desentrañar el misterio de la vida y se ha visto impotente al intentar descifrarlo, ¿qué sucede debajo de la tierra que hace de algo inexistente un fruto?, ¿qué sucede con aquello que cae en la tierra descompuesto y es absorbido por ella?, entonces la tierra tiene un papel crucial tanto en la vida como en la muerte; se adora la tierra fértil que da vida y alimenta a sus hijos, sin embargo, se le teme a la tierra, pues a ella pertenecemos y finalmente a ella regresaremos. En ocasiones la tierra no daba fruto, se intentaba entender, ¿era resultado de un castigo o una maldición?, entonces se requerían medios para tener absoluto control de ella, así surgen tradiciones destinadas a la fertilidad y los cultos mistéricos ctónicos (la visión del inframundo, lo que sucede debajo de la tierra), en esos cultos se comienzan a ofrecer ofrendas y tributos a deidades para garantizar la fertilidad de la tierra, lograr hacerlo implicaba apoderarse de la fertilidad, ese fue el principio de la elaboración de las figurillas, apoderarte de una imagen sin rostro, adorar sus atributos destinados a la fertilidad, despersonalizar para tener el control sobre lo que es temido, la diosa madre que en ocasiones da fruto y en otras lo niega, apoderarse de esa imagen implicaba el dominio sobre la misma naturaleza, el triunfo del hombre sobre la vida misma. Era necesario masculinizar algunas tradiciones y de acuerdo a lo mencionado por Fromm en El lenguaje olvidado, el patriarcado comenzó a institucionalizarse. El padre respecto a la madre no tenía poder para dar vida, sin embargo tenía el poder de la fuerza y de la palabra, la misma esencia de las leyes, en este sentido, la palabra no cuenta, en la palabra hay traición y por lo tanto el comportamiento no está regulado por la pertenencia ni los valores de la tribu, el comportamiento será regulado mediante la operación de reglas, normas, leyes, castigos y recompensas. Aquellos valores del matriarcado serán abolidos, y de esa forma el poliamor fue reemplazado por la monogamia, el comunismo por la jerarquía, el énfasis del sexo es la reproducción. Todo es regulado por la palabra pues la palabra del varón es la compensación de su incapacidad de engendrar, en ese sentido, su palabra, gracias a las reglas son vida o muerte. 

Con las leyes y las reglas también surgieron las prohibiciones y los castigos, una de las reglamentaciones más radicales que se diseñaron en el patriarcado fueron sobre el sexo. Una evidencia de esto data aproximadamente de hace 26,000 años y se trata de un triple enterramiento, esta evidencia ha sido un fascinante misterio para la ciencia pues los enterramientos eran inusuales en esa época, sin embargo las características bajo las que encontraron a las osamentas eran desconcertantes; se trataba de tres jóvenes, una mujer que no había engendrado y dos varones de 20 años aproximadamente, la mujer y un varón estaban tomados de la mano, mientras que el otro varón se encontraba de costado, este tenía una estaca clavada en los genitales y la mujer tenía un cuchillo en dirección hacia los suyos. Parece ser que se trata de uno de los primeros castigos, producto de la regulación del comportamiento sexual por parte del patriarcado. La agricultura incentivó en gran medida la aparición del patriarcado, el hombre descubrió que podía tener control sobre la naturaleza, medir el tiempo, acumular, establecer territorios, fincar muros y someter a esclavos para que explotaran las tierras. Los cultivos, los animales, las propiedades eran manifestaciones de poder, lo único que se necesitaba dominar era a la sagrada mujer que podía engendrar vida, se le desmitificó y se reglamentó su poder de concebir, eso se consiguió con la institución del matrimonio, un contrato bajo el cual se certificaba que una mujer era una posesión. Esto era necesario para el hombre que necesitaba heredar sus propiedades y sus tierras a niños que llevaran sus genes, la manera de asegurarse de que sus herederos eran sus hijos era mediante la reglamentación y el control de la sexualidad femenina, el matrimonio fue un diseño perfecto del paternalismo para explotar a la mujer así como hoy grandes corporaciones explotan al petróleo.