ERROR 2 EL MONOTEMA.
En el artículo anterior señalé
el primero de cinco errores que cometemos cuando estamos celosos. Comunmente
llevamos a cabo una mezcla de varios comportamientos que ya señalé y abundaré
en esto:
2- El monotema. Ya que tu
pareja te señaló que le gustas a alguien no para de hablar sobre los defectos
del potencial rival amoroso. De hecho, lamentablemente ha perdido la capacidad
de hablar sobre otra cosa.
Hecho: Las personas que están
experimentando celos y carecen de inteligencia emocional (Recomiendo leer a
Daniel Goleman) consideran que una estrategia adecuada para ahuyentar a los
potenciales rivales amorosos es iniciar
una serie de criticas enfocadas en los defectos que la otra persona
puede tener.
Cuando una persona se enfoca
en hablar mal de alguien comienzan a suceder movimientos faciales involuntarios
que se activan gracias a una inundación hormonal, en este sentido, la persona
cuando se expresa mal de alguien comienza a manifestar gesticulaciones
defensivas que en el plano evolutivo fueron utiles para ahuyentar a individuos
hostiles, esas gesticulaciones incluyen mostrar los dientes, dilatar las
pupilas, mirada sostenida, de esta manera se pierde momentaneamente la simetría
del rostro para desfigurarlo y atemorizar al enemigo, aunque en este caso sea
imaginario. Al mismo tiempo nuestro tono de voz sufre alteraciones; hablamos
más rápido y más alto, producto de la inundación hormonal que incentiva la hipertermia
y el aumento del ritmo cardiaco. Gracias a las neuronas espejo es que tu
interlocutor experimenta el malestar que estás señalando, estás de frente a
él/ella desfigurando tu rostro, hablando fuerte y rápido, estás dando mensajes
hostiles que tu pareja capta, aunque estés hablando mal de otra persona, esto
no te conviene, el cerebro reptiliano capta las señales y se pone a la
defensiva, tal vez tu pareja responda defensivamente lo cuál incremetará la
tensión entre ustedes (en este sentido el rival de amores ha ganado terreno) o
tal vez te retroalimente diciendo lo que deseas escuchar, sin embargo no puedes
asegurar que sea una respuesta autentica, tal vez lo único que desea es que
hables de otra cosa y así pueda disfrutar de tu compañía.
Error: No tener otra cosa de
que hablar, mientras lo haces desfiguras el rostro, cambias el tono de voz,
envías señales de agresión a tu pareja que su cerebro reptiliano capta muy
bien, pierdes el tiempo en hablar mal de alguien cuando puedes aprovecharlo con
una charla amena, buen humor, un ambiente relajado y cordial.
Sin lugar a dudas no conviene
en ninguna forma hablar mal de tu “competidor (a)”, podrás pensar que el
intruso (a) vino a echar a perder tu relación, probablemente sea más facil
concluir eso, sin embargo no percatarse de las señales que enviamos a nuestra
pareja hace que la relación sea vulnerable, tal vez no concluya en infidelidad,
pero si persiste el esquema critica-actitud defensiva-tensión, es solo cuestión
de tiempo de que tu relación concluya ante tanto desgaste.
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