¿Qué hay detrás de una infidelidad?

Desde la perspectiva del amor romántico la infidelidad es una de las más grandes catástrofes a las cuales se puede enfrentar una relación, sin embargo el amor romántico no es compatible con nuestra configuración biológica.

En nuestra configuración biológica sabemos que solo un 3% de los mamíferos son monógamos y los seres humanos no somos parte de ese porcentaje, también sabemos que la monogamia ha sido beneficiosa para nosotros pero no en el aspecto romántico y sexual sino en el ámbito del beneficio (indirecto para nosotros) de criar exitosamente a nuestros hijos.

También sabemos que la dopamina es un neurotransmisor que nos empuja a través del enamoramiento a emparejarnos con alguien con la finalidad de reproducirnos, también sabemos que con la constante exposición de nuestro ser amado nos vamos familiarizando y la dopamina poco a poco nos va abandonando para dar paso a la oxitocina, una sustancia relacionada con los sentimientos de confianza y pertenencia. Al saber que confiamos en nuestra pareja y nuestra pareja en nosotros se reducen los niveles de testosterona para dar paso a una rutina de estabilidad que incluye una pérdida del apetito sexual, incluso podemos llegar a experimentar insatisfacción sexual si mantenemos una mala comunicación sobre nuestros gustos y preferencias en la alcoba.

También sabemos que la atracción sexual no es exclusiva, eventualmente nos seguiremos sintiendo atraídos por muchas personas en diferentes modos: por su físico, su carisma, su actitud, su inteligencia, su conversación o simplemente por su apertura al sexo. 

Es decir, podemos sentirnos atraídos por alguien más aunque amemos profundamente a nuestra pareja, también podemos amar intensamente a nuestra pareja sin que nuestra vida sexual sea apasionante y febril. El sexo y el amor romántico son dos sistemas totalmente diferentes, pero la filosofía del amor romántico incluye dentro de sus fundamentos mezclar ambos sistemas de tal forma que desde esa perspectiva entendemos que una atracción física intensa es una señal inequívoca de amor, también gracias a esto entendemos que un amor apasionado debe incluir implícitamente un apetito sexual sostenido y resistente a la familiarización, que cuando encontramos a la persona indicada nuestros pensamientos, fantasías, apetitos, afectos y demás se vuelven exclusivos de esa persona, que incluso todos estos apetitos que tienen componentes fisiológicos automáticos pueden regularse mediante la voluntad. Pero todo esto es falso y nos involucra en muchos conflictos. 

Por eso la decepción de encontrarnos con una persona con quien experimentamos una química impresionante e intensas sesiones de un sexo apasionante pero que son una muy mala pareja. Por eso la decepción de encontrarnos con una muy buena pareja con quien el sexo es aburrido, monótono y decepcionante. 

¿Cuál es el remedio? ¿Encontrar una pareja que nos brinde el balance perfecto? Puede ser, pero el apetito sexual no resiste a la familiarización ni al paso del tiempo. Por eso si pretendes abandonar a una persona por la pérdida de la intensidad en la atracción te estás equivocando, si buscas emparejarte con alguien con quien estás experimentando una intensa atracción y una fuerte química sexual también te estás equivocando. Para que quede claro:

1- Experimentar una fuerte atracción por alguien es solamente un fenómeno fisiológico, no es ninguna señal de que con esa persona puedes establecer un amor duradero y estable.

2- La falta de intensidad química y sensaciones físicas de éxtasis no significa que el amor por tu pareja se ha terminado y sea mejor involucrarte con alguien que sí te provoca esas sensaciones.

3- Una infidelidad no significa falta de amor por la pareja, ni mucho menos que la persona que perpetró la infidelidad se deba emparejar con su “amante”. Es solo un caso de atracción intensa, no es falta de amor, solo eso. No significa que las carencias conyugales se satisfagan en otra parte, tampoco que algún miembro de la pareja sea responsable de esto debido a descuidar la relación o a que la persona ya no sea atractiva, todas estas son racionalizaciones y errores de atribución. 

Por otra parte podemos incluso sentirnos atrapados por la vida adulta, encerrados en una vida laboral asfixiante, competitiva e inestable en donde pasamos más tiempo conviviendo con otras personas en lugar de nuestra familia, sin dormir bien, sin comer bien, llenos de deudas, frustrados por las metas no conseguidas, sin tiempo, sin energía y sin motivación para entregarnos a una pareja con quien estamos familiarizados y con quien se ha perdido el factor sorpresa en muchos sentidos. Por eso mismo las válvulas de escape son un éxito; beber, comer, entretenerse compulsivamente, todas esas cosas nos dan placer y el sexo no deja de ser una de las válvulas de escape por excelencia.  

Tal vez la infidelidad no es lo peor que te está pasando y estés a punto de terminar una relación con mucho futuro, de dejar a una persona a quien amas y quien te ama profundamente.

Hablar, tener una comprensión sobre nuestra complicada naturaleza, una generosa empatía sobre quiénes somos y poner en tela de juicio muchos de los fundamentos del amor romántico pueden encaminarnos a mantener una solida y apacible relación de pareja.   

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