La violencia...

Hemos nacido para aprender pues si no aprendiéramos la naturaleza permanecería estacionada, ella misma desde nuestras raíces desea fluir, moverse, despertar. La agresión ha sido una herramienta primitiva. Es aquella que nos modifica la realidad; al mirar una piedra observamos un arma, al observar un pastizal deseamos una posesión, nos centramos en las diferencias, nos concentramos en diferenciarnos para clasificarnos, unos pocos son más, una mayoría son menos, otros no existen y otros ya no importan.

La violencia es el medio más común, más tradicional, es el mecanismo más sencillo, el más sofisticado, se viste de alegría, vocifera de tristeza, siempre hace el bien, al menos eso dice, también alardea educación y buenas intenciones, incluso, ha llegado a presumir que es amiga de la paz, es el establecimiento de la justicia de los que aman, es la ruptura de la justicia para los que odian, es el entretenimiento de los indiferentes. Es el sueño de los controladores, es el amor mentiroso, la amabilidad que esclaviza, es la presunción del acomplejado, el secreto de los bondadosos, es creyente, es atea, es agnóstica, suma voluntades, más que cualquier ideología, hasta el más ignorante es quien domina con pulcritud su técnica, tiene millares de testigos ciegos, sordos, idiotas, algunos la han llegado a confundir con el amor. Es el signo del primer homicida, la herencia del opresor, la epidemia que se dice necesaria a favor del desarrollo de las multitudes, es la prenda que siempre ha estado de moda, siempre la última tendencia. La sangre de Abel sigue clamando por justicia, Caín sigue fundando ciudades, normas, reglas, leyes. Se vende al mayoreo y al menudeo, se regala, se renta, es igual de poderosa con el individuo o con las masas, está en la palabra, en el silencio, en los ojos, en las manos, en los pies. Se viste de traje, está desnuda, está con el pobre y con el poderoso. Se alimenta de silencio, de complicidad, es entretenimiento, es natural, es estática, siempre ha sido igual, sus formas, su estilo, su textura, su color, su sutilidad, sus motivos, sus razones, sus justificaciones, su figura grotesca, es la dictadura del ser humano, madre de la corrupción y la opresión, gobierna y se revela, destruye los propósitos más elevados, está en el chiste, en la solemnidad, en el sueño, en la vigilia, une a las personas, las divide, es heteroadministrada, también auto administrada, es la pregunta y la respuesta. 

Está en el corazón de los padres que abandonan, es quien cría a los hijos abandonados, es quien emplea, es prioridad, es la piedra, el arma nuclear, el beso de los amantes, el poema de los enamorados, el poder de quien no tiene nada. El conocimiento, la sabiduría, la ciencia y la técnica se perfeccionan, pero ella permanece idéntica, no evoluciona, siempre ha sido así, dicen que es nuestra supervivencia, pero en realidad es nuestro fin.